¡¡¡QUE PENA!!!
La paella termino por los suelos, debido a un fallo en el trípode del quemador.
Por suerte no salió nadie herido, y aunque no comimos arroz, nos despachamos con unas ensaladas, salmorejo, croquetas y unos buenos bocatas de jamón, chorizo, etc...
En definitiva pasamos un buen día que era de lo que se trataba.
Desde aquí nuestro agradecimiento a Cesar y Pepe, dueños del supermercado de Loranca, los cuales nos abrieron sus puertas a deshoras para que pudiéramos comprar y así poder llevar a buen término nuestra comida anual.
¡¡¡ESO SI, LOS PERROS Y GATOS DEL PUEBLO SE PUSIERON LAS BOTAS!!!
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